Santo Domingo.- En su reunión de política monetaria de julio de 2023, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 7.75 % anual, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 8.25 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) continúa en 6.75 % anual.
La pausa en el ciclo de reducciones de tasas de interés toma
en consideración los factores de incertidumbre provenientes del entorno
internacional; en un contexto en el cual la inflación doméstica se encuentra en
el centro del rango meta de 4.0 % ± 1.0 %, como resultado de las políticas
monetaria y fiscal implementadas, así como de las menores presiones de demanda
interna.
La variación mensual del índice de precios al consumidor
(IPC) fue de 0.22 % en junio; contribuyendo a que la inflación interanual
continuara desacelerándose desde un máximo de 9.64 % en abril de 2022 a 4.00 %
en junio de 2023, equivalente a una caída de 564 puntos básicos durante este
período.
Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los precios
de los componentes más volátiles de la canasta, mantiene la tendencia a la
baja, al disminuir de 7.29 % en mayo de 2022 a 5.33 % en junio de 2023. Hacia
adelante, los modelos de pronósticos señalan que la inflación se mantendría
dentro del rango meta de 4.0 % ± 1.0% durante el resto de 2023 y en 2024, en un
escenario activo de política monetaria.
En ese contexto de bajas presiones inflacionarias, el Banco
Central cambió su postura restrictiva y ha reducido su tasa de política
monetaria en 75 puntos básicos de forma acumulada (50 puntos básicos en su
reunión de mayo y 25 puntos básicos en junio), pausando en la reunión de julio.
Estas medidas han sido complementadas con un programa de
provisión de liquidez, a través de liberación del encaje legal y de la
Facilidad de Liquidez Rápida, para facilitar el financiamiento de los sectores
productivos y los hogares en condiciones favorables. El objetivo de estas medidas
es acelerar el mecanismo de transmisión de la política monetaria, impulsando el
crédito privado y apoyando la reactivación económica durante el resto del año.
En el entorno internacional, las perspectivas de crecimiento
mundial han mejorado, proyectándose una expansión de 3.0 % para este año, según
el Fondo Monetario Internacional (FMI). De manera particular, la economía de
Estados Unidos de América (EUA) ha sido más resiliente de lo previsto, con una
expansión interanual de 2.6 % durante el segundo trimestre de 2023, a la vez
que el mercado laboral se encuentra en condiciones de pleno empleo.
Por otro lado, la inflación en EUA ha continuado
desacelerándose hasta situarse en 3.0 % en junio de 2023, aunque se mantiene
por encima de su objetivo de 2.0 %. Ante este escenario, la Reserva Federal
volvió a incrementar su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos en
su última reunión, luego de haber realizado una pausa.
En la Zona Euro (ZE), el Producto Interno Bruto (PIB) se
expandió en 0.6 % interanual en el segundo trimestre de 2023, afectado por la
guerra entre Rusia y Ucrania que ha provocado condiciones recesivas en algunas
economías de este bloque de países. En tanto, la inflación interanual de la ZE
se ha moderado hasta 5.3 % en julio, aunque permanece elevada respecto a la
meta de 2.0 %.
En ese contexto de presiones inflacionarias persistentes, el
Banco Central Europeo continuó su ciclo restrictivo, con un aumento en su tasa
de política de 25 puntos básicos en su reunión más reciente.
En América Latina (AL), la inflación ha mantenido su
tendencia a la baja en los últimos meses, retornando al rango meta en la
mayoría de los países con esquemas de metas de inflación. En ese contexto, los
bancos centrales de República Dominicana, Chile, Costa Rica y Uruguay han
comenzado a reducir sus tasas de interés de referencia, mientras el resto de los
países de la región ha realizado una pausa.
En cuanto a las materias primas, el precio del petróleo se
ha incrementado de forma importante durante el último mes, con el crudo
intermedio de Texas (WTI) superando los US$80 dólares por barril al cierre de
julio 2023, ante la mayor demanda mundial prevista en un contexto de
restricciones por el lado de la oferta. Asimismo, los precios de los
commodities agrícolas han aumentado recientemente debido a los conflictos
geopolíticos en algunos de los principales países productores, así como al
impacto de fenómenos climáticos extremos.
En el entorno doméstico, durante el primer semestre del año
la actividad económica ha moderado su ritmo de expansión al crecer 1.2 % de
forma acumulada en el período enero-junio de 2023, como resultado de la
desaceleración de la demanda interna y el deterioro del entorno internacional
en un contexto de mayor incertidumbre.
Es importante destacar el comportamiento positivo de las
actividades de servicios, principalmente el sector hoteles, bares y
restaurantes, que ha mitigado parcialmente la ralentización de otros sectores,
como construcción y manufactura. Tomando en cuenta que el mecanismo de
transmisión de la política monetaria opera con rezagos, se espera una
recuperación de la actividad económica durante el segundo semestre del año;
apoyada en el dinamismo del crédito, una mayor inversión pública y el empuje
del turismo.
En efecto, las condiciones financieras han estado
reaccionando favorablemente a las medidas de estímulo monetario. En ese orden,
las tasas de interés promedio ponderado de la banca múltiple acumulan una
reducción de aproximadamente 200 puntos básicos desde el cambio de postura
monetaria al cierre de mayo, principalmente la tasa pasiva que ha bajado de
10.4 % en mayo a 8.2 % al cierre de julio de 2023.
Además, la cartera de crédito privado en moneda nacional se
ha dinamizado significativamente, al expandirse en julio en torno a 17 %
interanual, impulsada por el repunte de los préstamos a los sectores
productivos.
Por otro lado, el buen desempeño de las actividades
generadoras de divisas ha contribuido con la estabilidad del peso dominicano
durante el presente año. Este comportamiento del sector externo ha facilitado
el fortalecimiento de las reservas internacionales, que se ubican en torno a
los US$15,400 millones, equivalentes a un 12.6 % del PIB y unos seis meses de
importaciones, por encima de las métricas recomendadas por el FMI.
Es importante resaltar que la República Dominicana se
encuentra en una buena posición para continuar enfrentando el desafiante
panorama internacional, tomando en cuenta la fortaleza de los fundamentos
macroeconómicos y la resiliencia de los sectores productivos.
“El Banco Central de la República Dominicana seguirá evaluando la evolución macroeconómica, tanto externa como nacional, para continuar adoptando oportunamente las medidas necesarias que preserven la estabilidad macroeconómica y contribuyan a que la inflación se mantenga dentro del rango meta”.