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El hartazgo y las preocupaciones de los habitantes residentes en esa demarcación no se detienen, luego de las inundaciones producidas ayer debido al desbordamiento del  “peligroso” cauce.

A pesar de que el volumen de agua no fue idéntico a las lluvias del pasado 4 de noviembre del año 2022, las pérdidas materiales estuvieron presentes nuevamente.

Periodistas de este medio realizaron un recorrido por los alrededores del drenaje pluvial de las 800 y, además de las quejas de los citadinos, fue notable como los desechos sólidos arropaba las aceras y calles.

Carlos Corniel, comunitario en el territorio, expresó que el desbordamiento de agua ocasionó que una casa fuese una de las afectadas.

“Ayer con la lluvia mi casa se llenó de agua y muchas cosas de la casa se mojaron”, dijo Corniel mientras agradece a Dios porque “no pasó a mayores”.   

Griselda Pérez, otra de las personas y familias perjudicadas, manifestó que las autoridades, quienes prometieron solucionar la acumulación de basura y crecida de la cañada, “aún no hacen nada”.

"Ellos vinieron a inicios de este año, arreglaron una parte y después, más nunca han vuelto", afirmó Pérez molesta.

Además, explicó que las inundaciones no son de manera exclusiva el resultado de las tormentas tropicales, sino que pueden ocurrir “hasta con el día soleado”.

“Hay veces que llueve en otros sectores cercanos y como quiera la cañada hace un desorden”, comunicó Pérez.