NUEVA YORK.- La explosión ocurrida este jueves en la Quinta avenida con la calle 21 en down town Manhattan con saldo de cinco personas heridas, 49 edificios evacuados, cuatro cuadras de calles cerradas y la prohibición del tránsito peatonal y vehicular en el área, trajo a la mente de muchos los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Asimismo, a 28 edificios de los evacuados se le prohibió retornar a sus inquilinos por los próximos días debido al temor de que haya partículas cancerígenas en los mismos o en los aparatos de aire acondicionado, según dijo el alcalde Bill de Blasio.
Además, se ha suspendido la electricidad y el gas a decenas de edificaciones del sector y el tren ha sido suspendido su paso por el lugar.
La tubería de gas que explotó tiene 83 años de instalada y poseía una capa de asbesto, informaron las autoridades. Se han habilitado dos áreas de descontaminación para las personas que estuvieron expuestas al vapor.
El asbesto aumenta el riesgo de asbestosis, enfermedad inflamatoria que afecta los pulmones y causa dificultad para respirar, tos y daño permanente al pulmón y otros trastornos no cancerosos de la pleura y de los pulmones, incluso las placas pleurales.
Ha sido clasificado como un cancerígeno humano reconocido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), por la Oficina de Protección Ambiental (EPA) y la Oficina Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
La estruendosa explosión activó los servicios de emergencias de la ciudad, entre ellos policías, bomberos y agentes del FBI, que hicieron acto de presencia a los pocos minutos de ocurrida.
Personas que transitaban por el lugar corrieron despavoridas, algunas gritando y otras cayeron al piso al tropezar. Por el sector trabajan varios dominicanos.
Por Ramón Mercedes