Adrián Beltré tiene todos los números redondos para entrar al Salón de la Fama del Béisbol sin dilación alguna en su primer año de elegibilidad.
Es el único tercera base en la historia con 3.000 hits y 400 jonrones en su carrera, así como ganador de cinco guantes de oro en la posición. Disputó 2.759 juegos en la antesala, segundo en la lista histórica por detrás del recientemente fallecido Brooks Robinson.
Apenas uno de 12 peloteros en la historia en exceder los 3.000 imparables (3.165 en total) y los 400 jonrones (477 en total). Nueve de los 11 están en el Salón de la Fama. ¿Las excepciones? Alex Rodríguez y Rafael Palmeiro, jugadores que fueron suspendidos por usar sustancias dopantes.
Beltré sobresale dentro de los 12 peloteros que debutan en la papeleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA), y 26 jugadores en total. El resultado de la votación para la Clase de 2024 se anunciará el 23 de enero.
Apunte ya a Beltré para entrar en el primer intento , convertirse en el quinto dominicano con una placa en el museo de los inmortales del béisbol en Cooperstown — la ceremonia de exaltación será el 22 de julio — y seguir la estela de Juan Marichal, Pedro Martínez, Vladimir Guerrero y David Ortiz.
Beltré registraba el 98,9% de los votos en 179 papeletas que habían sido divulgadas al amanecer del viernes, recabadas por Ryan Thibodaux en su conteo de votos. Los jugadores que reciben el 75% de los votos son exaltados, y Beltré sólo había quedado fuera en dos de las papeletas.
También recibirá mi voto, el noveno que emito como miembro de la BBWAA. De hecho, fue la primera casilla en llenar.
Fina elegancia fildeando. Productivo con el bate — ese memorable jonrón cayéndose sobre una rodilla para los Rangers de Texas en la Serie Mundial de 2011 — año tras año. Y divertido en todos los sentidos.
Se puede decir tanto de Beltré, quien firmó su primer contrato a los 15 años, debutó a los 19 y jugó durante durante 21 temporada. Más que nada su legado tiene como distinción la espontaneidad con la que se gozaba todos los días, aunque que le sacaba de las casillas que sus compañeros le vacilaron tocándole la cabeza.
Mi momento favorito no tiene nada que ver con estadísticas, sino su desenfado.
En 2017, a cuatro hits de llegar a los 3.000 y en un juego que Texas perdía por paliza ante los Marlins, Beltré se encontraba tomando swings a la espera de su turno cuando el umpire Gerry Davis le conminó a que lo hiciera sobre la alfombra de goma en el círculo de espera que se utiliza para ello. En vez de moverse, Beltré arrastró la alfombra hacia donde se encontraba de pie. Convencido que Beltré se estaba burlando de su orden, el umpire decidió expulsarle del juego.
El incidente no pudo ser más viral, al interpretarse como un desafío a las tradiciones del béisbol. Después del juego, Beltré se las arregló como pudo para poner una cara seria al defenderse con vehemencia.
EL VOTO DEL AUTOR
Aparte de Beltré, mi papeleta incluyó a otros siete jugadores, con seis que repiten del año pasado y un debutante adicional.
Estos son en orden alfabético:
—Bobby Abreu: El venezolano lo hacía todo bien y eso se tiene que repetirse hasta el cansancio, principalmente su extraordinaria disciplina en el plato. Sumó ocho temporadas seguidas de 100 boletos o más y ocho en la que alcanzó un porcentaje de embasado de .400 o más, bateando pra .300 en seis ocasiones, conectar al menos 20 jonrones en nueve y llegar a los 30 robos en seis.
—Carlos Beltrán: El escándalo de robo de señales de los Astros, destapado a fines de 2019, le manchó su reputación. Ningún pelotero fue sancionado, pero el reporte incluyó al puertorriqueño dentro del grupo que urdió la trama de uso de dispositivos electrónicos durante la temporada de 2017 en la que Houston ganó la Serie Mundial. Es lo que ha retrasado que sea elegido. Alguien con 2.755 hits, 435 jonrones y 312 bases apenas sacó 46,5% el año pasado pero se espera que siga subiendo paulatinamente.
—Todd Helton: Se ha demorado por el estigma de que toda su carrera de 17 años la hizo con los Rockies de Colorado en la altura de Coors Field. Pero el primera base también brilló fuera de casa. Es muy posible que cruce el 75% este año, su sexto. Alcanzó el 72,2 hace un año.
—Andruw Jones: Una lástima que el jardinero central decayó estrepitosamente al final de su carrera. Pero este curazoleño ganó 10 Guantes de Oro, algo que apenas otros seis jardineros han logrado, gente como Willie Mays, Roberto Clemente y Ken Griffey Jr.
—Joe Mauer: El otro debutante. Un receptor que ganó el premio al Jugador Más Valioso y también fue campeón de bateo en tres ocasiones. Acaso tres cátchers habían ganado títulos de bateo previo a Mauer.
—Gary Sheffield: Uno de los bateadores derechos más peligrosos de los años 90 y 00. Este es su último año en la papeleta y está rozando el 75% en el conteo de las papeletas que han sido publicados. Sheffield es uno de 28 jugadores con 500 jonrones en su carrera.
—Billy Wagner: Excepcional relevista cuyos números se compaginan con los de otros cerradores en Cooperstown. Registró 422 salvados, sexto en la tabla histórica. Su promedio de efectividad (2.21) y OPS de los rivales (.588) lo tienen únicamente por detrás de Mariano Rivera. Recibió el 68,1 el año pasado y este es su penúltima oportunidad.
Fuente: AP
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