Santo Domingo.- Un domingo en la madrugada de hace 10 meses cambió la vida por completo de Juan de Dios Paredes Heredia, de 82 años edad, tras enterarse que tenía un cáncer de próstata, el cual le dio un giro total a lo que hasta entonces era una vida llena de salud tal cual él lo sentía.
Con lágrimas en los ojos, pero con una fe inquebrantable
Juan de Dios paredes, se levanta cada mañana en una vieja casucha de zinc, la
cual fue construida por los vecinos que cada día le dan la mano para que Juan
De Dios tenga un hogar en que pasar sus días.
Estoy vivo por la gracia de Dios, y la de los vecinos que me
dan la mano amiga cada día, y yo agradezco a Dios esos ángeles que han enviado
a mi auxilio.” Dijo Paredes.
El estado de vulnerabilidad y de extrema pobreza se percibe en la casa de este humilde señor, quien lucha cada instante, con los ratones que le vistan, la ola de mosquitos y el hedor insoportable es el panorama que sufre Paredes en su humilde casita con piso de tierra.
Con una sonda puesta, Paredes no le tiene miedo al trabajo,
para salir a vender frutos o ver entre los vecinos que necesiten que le realicen
algo en su casa para el conseguir el sustento de cada día.
Asimismo Paredes señala “a mí nunca me ha salido nada de los
programas del gobierno, ni supérate, ni bono, pero mucho menos solidaridad, ni
una pensión por vejez me ha llegado”.
Sin embargo, mantiene la esperanza de recibir algún día la
mano del gobierno o de alguna institución que le ayude a vivir, ya que necesita
comprar unos medicamentos de su tratamiento con los cuales, pero los costos son
extremadamente elevados para sus posibilidades.-
Según las evaluaciones que ha recibido, Paredes de lograr
conseguir su tratamiento estaría obteniendo nuevas posibilidades de vivir un
poco más, ya que su cáncer todavía tiene cura, según los médicos.
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