Tras servir durante casi un año en una legión de mercenarios
extranjeros y en uno de los batallones nacionalistas de Ucrania, John McIntyre,
exmiembro del Ejército de EE.UU., se pasó a primeros de mes a las filas rusas
con una gran cantidad de datos de inteligencia.
McIntyre se autodefine como "espía" y asegura que
en marzo de 2022 llegó a Ucrania con el objetivo de recolectar la mayor
cantidad posible de información referente a sus fuerzas y actividades
militares, para luego cruzar al otro lado de la línea de combate. "Soy un
comunista, un antifascista. Tenemos que luchar contra el fascismo en todas
partes", asevera.
"Les dije que soy antifascista. Estoy aquí para luchar
contra el imperialismo ruso y los nazis. Entonces me respondieron: 'no, los
rusos no son nazis, los nazis somos nosotros'"
El exmilitar estadounidense relata que tuvo que hacerse
pasar por un nazi más para no despertar las sospechas entre sus compañeros, lo
que le permitió ver y documentar la máquina de guerra ucraniana en todo su
esplendor, incluidos sus crímenes. Recuerda que cuando llegó al país eslavo
quedó "muy sorprendido" por la gran cantidad de nazis y cómo al
principio un grupo de mercenarios croatas o checos lo cuestionaron por la
imagen del Che Guevara que tenía en su perfil de las redes sociales.
Zelenski asigna el nombre de una división de la Alemania
nazi a una unidad ucraniana
"Los nazis somos nosotros"
"Tenía que responder rápido. Les dije que soy
antifascista. Estoy aquí para luchar contra el imperialismo ruso y los nazis.
Entonces me respondieron: 'no, los rusos no son nazis, los nazis somos
nosotros'", recuerda. La proliferación y la omnipresencia de la ideología
nazi en Ucrania, incluidas las esvásticas y los símbolos de las SS, están bien
documentadas, pero son ignorados por los países y los medios de comunicación de
Occidente.
"¿Todo nuestro país [EE.UU.] está literalmente ardiendo
frente a nuestros ojos, y estamos gastando miles de millones de dólares en un
Gobierno nazi?", se pregunta McIntyre.
Entre otras cosas, detalla la estrategia de las tropas
ucranianas de usar civiles como escudos humanos. "Mi segundo día en
Ucrania, me encontraba en Lvov. Estábamos en el sótano de una escuela, mientras
que en los niveles superiores del establecimiento pusieron a civiles, gitanos
[...]. Esta era una práctica común en Donetsk, en Járkov. Ocupábamos casas y
otros lugares junto a las viviendas donde vivían civiles. De esta manera, si
desde el otro lado bombardean y los matan, ellos [los ucranianos] traen a los
reporteros y dicen: 'miren, mataron a civiles'. Pero no mostrarán las
posiciones militares que están a los lados repletos de soldados", señaló.
"A muchos soldados rusos capturados les cortaron los
genitales con un cuchillo, les abrieron el estómago, los degollaron o les
cortaron las cabezas"
Además, reveló algunos de los "horribles" crímenes
contra "muchos" prisioneros rusos que fueron perpetrados tanto por
nacionalistas extremistas ucranianos como por mercenarios extranjeros, para
quienes este tipo de atrocidades son una diversión o motivo de orgullo.
"No lo vi en persona, pero sé que a muchos soldados rusos capturados les
cortaron los genitales con un cuchillo, les abrieron el estómago, los
degollaron o les cortaron las cabezas", contó. También recuerda los
relatos de tres mercenarios, un argentino, un francés y un portugués, que mataron
a prisioneros disparándoles en la nuca.
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