Inés padecía de cáncer de seno, con el cual venía luchando desde hacía dos años y tras agravarse su situación de salud, Rubby había decidido suspender su presentación con la Filarmónica de Houston, pero su propia esposa, momentos antes de fallecer, lo animó para que no dejara de actuar, por lo que el artista continuó con su agenda.
“Justo en el momento en que Rubby erra llamada para presentarse con la Filarmónica Latinoamericana de Houston, su esposa murió, algo muy lamentable para todos nosotros”, explicó Fernando Soto, mánager de Rubby Pérez.
Rubby e Inés tenían 50 años de casado, se enamoraron a los 17, pero se conocían desde los siete u ocho años de edad, en Haina, de donde son oriundo, por lo que tenían toda una vida juntos.
Los restos de Inés Lizardo serán velados a partir de este lunes en la funeraria Blandino de la Abrahán Lincoln, pero será a la llegada de Rubby Pérez al país que darán mayores detalles sobre este tema.
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