El juicio de Johnny Depp y Amber Heard
tiene paralizados a los fans de ambos, pero también a la comunidad hollywoodense ante el devenir de acusaciones y testimonios opuestos que reflejan a diario dos bandos con vivencias y experiencias en la relación completamente contrarias. Sin embargo, en la jornada del pasado jueves 19 de mayo tuvo lugar una declaración que podría torcerle el juicio al actor.Y no hablo de la deposición de Ellen Barkin hablando de los presuntos sucesos de violencia que vivió siendo novia de Depp en 1998, sino del testimonio de la exagente del actor de Piratas del Caribe.
Depp demandó a su exesposa por difamación a raíz de un artículo que publicó en The Washington Post en 2018, explicando su experiencia como supuesta víctima de violencia de género. Amber Heard no nombra a Johnny Depp en ningún momento, pero la orden de alejamiento que interpuso contra él derivaron en el señalamiento mediático definitivo. A la hora de declarar, el actor de Eduardo Manostijeras dijo que “perdió nada menos que todo” a raíz del artículo, sentenciando que fue él la verdadera víctima de abusos en la relación.
Es cierto que desde 2018 Depp no participa en el tipo de blockbusteres que solía protagonizar y que, desde que perdiera el juicio británico contra el tabloide The Sun por llamarlo “golpeador de esposas”, su carrera fue cayendo en picado. No solo renunció al papel de Grindelwald en la saga precuela de Harry Potter, Animales fantásticos, a petición de Warner Bros., sino que sus últimas películas fueron pasando sin hacer mucho ruido por la cartelera (como fue El fotógrafo de Minamata) mientras no rueda un largometraje desde 2019. Incluso Disney se habría replanteado el futuro de Piratas del Caribe. Según dijo el productor Jerry Bruckheimer hace unos días, el actor no regresará “en este momento” a la saga. “El futuro está por decidirse” sentenció a The Times, quizás refiriéndose al destino que pueda marcar el veredicto del juicio.
Por su parte, Amber Heard lo acusa de violencia doméstica y abuso sexual, mientras ambos han ido sacando a la luz audios, vídeos y fotografías que nos muestran una relación tóxica, donde las drogas, el alcohol y la manipulación habrían jugado un rol importante. Los dos han intentado explicar cada imagen y audio que los deja en una situación complicada, tanto Depp insultando a su ex como ella aparentemente denigrándolo en grabaciones. Sin embargo, en la jornada del jueves 19 de mayo, la defensa de Amber Heard presentó varias declaraciones grabadas en los últimos meses. Y una de ellas me hizo analizar si no podría torcer al jurado.
Me refiero a la agente Tracey Jacobs que representó a Johnny Depp durante 30 años a través de la agencia United Talent hasta que la despidió en 2016.
Para empezar debemos tener en cuenta que se trata de una figura relevante en su carrera, que trabajó a su lado desde prácticamente sus primeros éxitos hasta el inicio del escándalo que ahora le rodea. Es decir, formó parte del proceso de contratación y negociación de Piratas del Caribe, Animales Fantásticos y muchos blockbusteres más. Fue testigo de primera mano del ascenso del actor hasta la cumbre de las grandes estrellas.
Jacobs testificó que durante los últimos 10 años que estuvo representándolo, “se fue haciendo más complicado” hacer su trabajo debido al “comportamiento no profesional” del actor. Contó que Depp llegaba tarde a los rodajes “consistentemente” en “virtualmente cada película”, mientras circulaban preguntas en la industria sobre su actitud, derivando en el desarrollo de una supuesta reputación que habría hecho muy difícil conseguirle trabajos nuevos.
“Nunca le dije ‘eres un cliente difícil’. Nunca utilicé esas palabras, pero fui muy honesta con él y le dije ‘debes dejar de hacer esto, te está haciendo daño. Y así fue”.
“Al principio los rodajes lo amaban” dijo. “Siempre fue maravilloso con el equipo. Pero a los equipos técnicos no les gusta quedarse sentados durante horas y horas esperando que la estrella aparezca”. Añadió que se corrió la voz en la ciudad porque “la gente habla y es una comunidad pequeña”, derivando según Jacobs en que “la gente se mostrara reacia a usarlo [para sus películas] hacia el final”.
Dijo también que Depp a veces le gritaba, definiendo que al momento de despedirla en octubre de 2016, el actor “ya no era la mayor estrella del mundo” como lo había sido a su lado tiempo atrás. “Su estrella se apagó porque era más difícil conseguirle trabajo” dijo Jabobs. “La gente hablaba. La pregunta sobre su comportamiento estaba en el aire” sentenció mientras confirmaba que el rumor estaba relacionado también al consumo de alcohol y drogas. Además, añadió que la imagen de Depp también se vio afectada por las demandas que presenta. “No ayudan. Son infinitas” detalló.
A su vez, la defensa de Amber Heard también llamó a declarar a Joel Mandel, el exmanager de negocios de Depp, a quien también despidió en 2016 tras llevar sus negocios desde prácticamente los inicios de su carrera. El abogado explicó que el actor comenzó a tener problemas financieros en 2015, urgiéndole que recortara gastos. Pero un año más tarde Depp lo despidió y luego lo demandó. La compañía de Mandel respondió con otra demanda explicando que Depp era responsable de sus problemas financieros. Finalmente llegaron a un acuerdo en 2018.
Sin embargo, el testimonio de Jacobs y Mandel pinta un panorama donde Depp habría dejado de ingresar las cifras desorbitadas de otras épocas, con más dificultad para conseguirle nuevos papeles según explicó la exagente a raíz de la presunta mala reputación que se habría generado en Hollywood. Incluso, Jacobs relató que el actor llegó a pedirle a su compañía un préstamo de $20 millones sin explicar para qué lo necesitaba, pero se negaron porque “no son un banco”.
Finalmente, también se incluyó el testimonio de la productora ejecutiva de Disney Tina Newman. Para ponernos en contexto, recordemos que Johnny Depp expone en la demanda que Disney lo despidió de la sexta entrega de Piratas del Caribe a raíz del artículo publicado por Amber Heard autocalificándose como “una figura pública representando abuso doméstico”. Incluso su manager, Jack Wigham, testificó en el juicio que había un acuerdo apalabrado con el estudio para que Depp hiciera la secuela cobrando su salario habitual de $22.5 millones. Sin embargo, Tina Newman explicó que no tenía constancia de que nadie en Disney dijera nada sobre que Depp no apareciera en la película a raíz del artículo.
Con todo esto ¿dónde queda la demanda de difamación? Porque, por más que Depp y Heard estén revelando las peores versiones de la relación, acusándose mutuamente de celos, abusos, manipulación y violencia, al final el jurado debe decidir si Heard difamó o no a Depp con su artículo, derivando en la perdida de trabajos y su posición privilegiada en Hollywood.
Sin embargo, que su exagente de 30 años haya explicado que, en su experiencia, le costaba conseguir trabajo a su cliente en la última etapa a su lado por la propia reputación que él se habría labrado, podría hacer que llegar una conclusión sea más difícil. ¿Cómo podría entonces verlo el jurado? ¿Perdió su estatus por el articulo de Amber Heard publicado en 2018 o estaba perdiendo su lugar desde unos años antes?
Porque si creemos la versión de su agente y el asesor de negocios, tendríamos a un actor que llegó a lo más alto, pero que entre la presunta mala reputación por llegar tarde a los rodajes, los gastos extravagantes y falta de ingresos que estuvieran a la altura, podría haber ido perdido la posición privilegiada que tenía. Jacobs sembró la duda y ahora habrá que ver a qué decisión llega el jurado cuando empiecen a deliberar el 27 de mayo.
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