Pasadas las 11:00 de este miércoles se informó la muerte del expresidente de Perú, Alan García, quien en medio de una confusa detención llevaba a cabo en su domicilio en el barrio Miraflores de Lima, se disparó en la cabeza quedando en una condición de extrema gravedad.
Previo a su deceso, el exmandatario fue trasladado al hospital Casimiro Ulloa de Miraflores, ubicado a solo 600 metros de su casa, lugar en el que fue atendido por 27 profesionales de la salud, quienes lo reanimaron en al menos tres ocasiones a lo que se sumaron diferentes intervenciones quirúrgicas.
La orden de arresto que pesaba sobre García, y que buscó ser cumplida durante esta mañana por Agentes de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad, se dio en el marco del caso de sobornos de la empresa constructora brasileña Odebrecht, trama en la que se han visto involucrados diferentes políticos latinoamericanos.
García estaba siendo investigado por colusión, lavado de dinero y tráfico de influencias. Todo esto, a raíz de la concesión otorgada a la empresa para la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
Junto a al expresidente, también se ordenó la detención de diferentes dirigentes y autoridades de su círculo cercano. Entre ellos, el ministro de Transportes, Enrique Cornejo; el ex secretario de la Presidencia y ministro de la Producción, Luis Nava; y el exvicepresidente de la estatal Petro Perú, Miguel Atala Herrera, quien presuntamente recibió depósitos de Odebrecht por 1,3 millones de dólares en una cuenta en la Banca D’Andorra.
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