La Habana se prepara para reconocer al mercado como parte de su economía socialista, en un proyecto de nueva Constitución que su Asamblea Nacional aprobará este fin de semana, con el extremo cuidado de no salir de su cauce ideológico.
A partir de este sábado, 21 de julio, cuando inicie el primer período de sesiones de la Novena Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, los cubanos finalmente sabremos de qué va la Reforma Constitucional que, por tanto tiempo, se ha cocinado en la cúpula del poder político de la Isla.
Pero, hasta entonces, lo cierto es que poco sabemos.
Solo un artículo publicado por el diario Granma ha arrojado un poco de luz sobre un tema tan complejo como este. Aunque sin ofrecer informaciones detalladas del todo el documento.
Según lo anunciado se trata de una reescritura completa de la Constitución cubana y tendrá 224 artículos repartidos en 24 capítulos y 16 secciones.
Mas será una reescritura que casi nada cambia, pues los medios fundamentales de producción seguirán en manos del Estado aunque se reconoce la propiedad privada; y no habrá cambios políticos notables ya que el Partido Comunista seguirá intocable y único, y el socialismo, al menos en el discurso, seguirá irrevocable.
Sin embargo, llama la atención las modificaciones en las estructuras de gobierno: Cuba, ahora, tendrá Primer Ministro y Presidente, y Gobernadores provinciales. Un modelo que había sido abandonado desde que se instaurara la actual constitución en 1976.
Una vez que el proyecto sea presentado oficialmente y seguramente aprobado por los Diputados cubanos, comenzará en proceso de consulta popular. Pero, más que a una reforma, probablemente asistiremos en los próximos meses al blindaje de un sistema que, como hasta ahora, apostará por excluir y no por dialogar.
Por JULIO BATISTA/Corresponsal de RFI en La Habana
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